La primavera nos regaló una gran noche en la que la buena temperatura y la gran asistencia de público fueron los protagonistas.
El desfile penitencial del año 2009 se recordará por la agradable temperatura que hizo además de por la gran asistencia de público durante todo el recorrido.
Todo hacia presagiar que la noche iba a ser muy buena para procesionar, y así fue, una temperatura muy agradable fue la causante de que el pueblo salmantino se echará a la calle para vernos desfilar.
Son muchos los puntos de nuestro recorrido en los que la gente se coloca para vernos pasar, pero hay uno en especial que siempre es escogido por muchas personas, y no es otro que la calle Tostado, estrecha y difícil de pasar para nuestros hermanos de paso.
La procesión iba avanzando y poco a poco nos íbamos acercando al Convento de las RR.MM. Isabeles que aguardaban en la puerta al regreso de nuestros titulares, una vez estuvieron delante de ellas se pasó a realizar el acto de la Trilogía de la Pasión. Antonio Sánchez Zamarreño, que nos acompañó en nuestro desfile penitencial, rompió el silencio con unos versos al Stmo. Cristo de la Agonía Redentora extraídos del acto del Poeta ante la Cruz que el mismo protagonizó semanas atrás.
Seguidamente unos cantos de las Madres Isabeles y posteriormente unos rezos daban por concluido el acto y comenzaba nuestro regreso a la S.I.B. Catedral.
Nos aguardaba la siempre difícil Calle de la Compañía, que de un solo tirón subimos gracias a la Agrupación de nuestra cofradía y a la Banda de música del Amor y de la Paz, los cuales concatenaron varias piezas musicales para ayudar a nuestros hermanos de paso en la subida.
Ya en Calderón de la Barca, todos los los hermanos nos reunimos frente a nuestras dos imágenes, sin duda uno de los momentos del desfile procesional más emotivos, y juntos rezamos antes de regresar al interior de la Catedral después de cuatro horas y cuarto desfilando en la noche salmantina.
FOTOS: Ángel Hernández Yuste
